Justo cuando no tenía más tiempo para romper más vasos
llegas tú y me tiras al suelo.
Nadie habla de qué le pasó al poeta cuando su musa se fue.
Sin musa no hay verso,
ni poema,
ni poeta.
Y es cierto que intenté escribirte versos cada noche,
buscaba sin parar cómo contarle al mundo que nunca vería unos ojos como los tuyos,
que estaba dispuesto a picar billete y subirme a esa estación que tienes como caderas.
Ya no hay nada, no queda nada, he intentado desearte lo mejor con él,
describirte en verso lo genial que eras, pero por mucho que intente maquillar el poema.
Todos acaban en...
Hijo de puta te has llevado a mi musa y con ella toda mi poesía.
domingo, 28 de septiembre de 2014
sábado, 13 de septiembre de 2014
Septiembre.
Llené el tarro de sueños y cuando
estaba lleno lo tiré al suelo,
inicié un camino sin ellos, era
simplemente perfecto,
vivir sin destino, sin un porqué, ni un
cómo.
Decidí cambiar mi vida a las 9:32 de
un mes de julio,
cambié de cuidad porque me parecía
precioso renunciar
a aquello por lo que había luchado
seis años.
Perdí todo lo que había conocido
hasta ese verano,
excepto algún faro, dejé que me
alumbrara hasta
que se alejó tanto que empezó a
alumbrar a otros barcos.
Llevo navegando a la deriva desde
entonces,
esperando encontrar ese puerto,
que me acoja.
Te perdí, me perdí y nos volvimos a
encontrar en medio de un pogo,
borrachos pidiendo amor.
Me reconstruí con pedacitos de ese
tarro,
y una mañana en el banco decidí volver
a soñar con lo mismo,
la misma cuidad a la que renuncié ese
mismo año.
Volví al pasado y abracé tanto a los
sueños que se hicieron realidad,
y me dieron un miedo de la hostia,
porque todavía no estaba preparado para fracasar de nuevo.
Me reencontré con la mejor persona que
he encontrado en mi vida, ese verano,
y a pesar de que cuando teníamos cinco
años, sólo nos unía un zumo de naranja,
hoy nos une el haber aprendido a volar
cuando sólo sabíamos andar.
Quise, hice y repetí vida, con los
mismos pantalones,
pero con distinta sonrisa,
algunos decían que era la más bonita que
habían visto jamas.
Empecé despacito, con ilusión y con
ganas,
me creía invencible, hasta que
febrero,
ese puto gigante que estruja la
esperanza
como cuando queremos tirar una botella
de agua a la papelera,
coge y te dice que no, que te tienes que volver a rendir.
Hasta que viene alguien que deja lo que
tiene en sus manos,
y te dice, vamos tú puedes, incluso
cuando ya estaba todo perdido.
Empece a vivir entre copas, púas, y
cigarros de la risa.
Y la conocí a ella, y aunque al
principio me pareció una sonrisa más,
comprendí que sonrisas como ella sólo
se conocen una vez en la vida.
La perdí como siempre, por lo mismo,
por decidir mojarme las alas en vez de
abrirlas,
camine, solo, como siempre.
Ayer baile un tango con la esperanza y
me di contra el suelo,
me partí cuatro costillas, dos dientes,
y alguna que otra sonrisa,
lloré como nunca lo había hecho antes,
y juro que en ese instante sonreí,
justo en el momento en el que más
jodido estaba,
porque recordé por quien lo hacía,
por quién merecía partirse la crisma,
por quién no voy a renunciar a ello.
Juro por mis sueños, que siempre
te tendré en mente,
que siempre me acordaré porqué lo hago,
y por quién lo hago,
que como me solías decir antes,
eres el mejor en todo lo que hagas,
y si te rindes que sea sólo para
pillar carrerilla.
domingo, 7 de septiembre de 2014
Yo soy yo.
Nunca renuncié a ello,
ni siquiera aquella vez que te llamé
llorando que lo dejaba,
nunca lo habría hecho.
Tengo como costumbre temblar de vez en
cuando,
llorar dos veces al año,
aunque doce han sido por lo mismo.
Por instinto natural, sólo sé correr,
abrazo los acantilados y sólo me quedo
en ellos si estoy quietecito,
me gustaría preguntarle al mar,
cómo cojones es capaz de escucharme
sin ni siquiera mover la boca.
Te puedo decir, que sangrar implica
sonrisa,
sólo conozco la felicidad en pasado,
me gusta ver fotos antiguas, aunque
puede que ya no sepa de algunas personas,
y lanzo un suspiro para que les vaya
bien.
Llevo toda mi vida con la cabeza en las
nubes,
esperando un ángel, para vivir siempre
en ellas.
Duermo de lado para darle la espalda a
la mitad de mi vida,
no me gusta bailar, pero si es con la
esperanza no dejaría de hacerlo nunca,
vivo con un plan que no tiene fin, y
por eso me encanta porque me pasaré media vida
aprendiendo de él y nunca me sentiré
solo.
De chico creía que el amor era una
mentira,
y a día de hoy pienso que amor es nada
más que química,
su origen sólo somos nosotros mismos,
nosotros le damos en significado que
queramos
por eso creo que el amor es lo más
parecido a la libertad.
Conocí a libertad un miércoles por la
tarde,
haciéndome mi primera paja,
comprendí que sólo uno es libre si se
libera a uno mismo,
y que dos son libres si de verdad,
se besan y ríen al mismo tiempo.
Nunca fui el chico más guapo de la
clase,
ni el más alto, ni el más duro,
ni siquiera, el más listo,
yo era yo.
Un día aprendí a dejar de querer,
y mi última propuesta fue que me
abrazaras,
como si la causante de ese estropicio
fuera a solucionarlo.
Te digo, que ahora,
ando perdido sin beber,
como lo seguiré estando bebido,
sólo apuro la última gota,
si después me voy a pedir otra,
bebo hasta que no puedo andar,
y así no me pierdo.
Juro que hasta los quince en todas las
fotografías salgo sonriendo,
y que cuando murió alguien importante,
lloré porque no sentía nada.
Viví durante cuatro años sin querer saber
de nadie excepto de dos personas,
y llego ella, e hizo por primera vez
en mi vida, que sintiera algo,
por alguien y por algo.
Mi primer latido no empezó al nacer,
sino a los dieciséis,
y aunque no me he roto ningún hueso,
corazón sólo tengo uno y no sé cuantas veces se puede reconstruir.
Soy un cabrón conmigo mismo, y un
gilipollas con quien me quiere,
porque acabo queriendo más de lo que
me quieren.
En mi primera despedida, no quise
abrazar a mi mejor amiga,
y en mi primer encuentro la abrace
tanto que todavía me duele la parte izquierda del cerebro
porque tengo permanente ese recuerdo
de ella.
Adoro follarme alguien primero con la
mirada,
y luego tener con ella la conversación
más increíble que puedas tener jamas,
me gusta hacer comprender a la gente
que existen diferentes tipos de orgasmos,
y me gustaría tener todos ellos,
contigo.
Quiero cumplir todas las promesas que
buscan un imposible,
en todos los voy a hacer
escribo hazlo.
Vivo sin sentido, y hago siempre lo que
me da la gana,
un día me levante girasol, y decidí
que ya estaba hasta el tallo de tener que mirar siempre a la misma
estrella.
Audrey Hepburn siempre fue mi chica
diez,
todavía no tengo ningún porque,
pero creo en los milagros.
Me quiero especializar en ti,
como haces con tú smartphone,
con los dedos.
Así que no te vayas muy lejos,
que obligaría a todos los conductores
del mundo,
que no te dejaran subir,
que ya estoy harto de maletas, de
prisas y de horarios.
Sueño con una chica que pase el
viernes conmigo,
poniéndonos hasta el culo de palomitas,
orgasmos y carcajadas,
que se despierte al día siguiente y se
levante en bragas y sudadera,
que le importe una mierda el pelo,
porque vive la vida despeinada,
y ponga Extremoduro nada más
levantarse,
el sábado nos emborracharíamos hasta
quedarnos sin dinero,
el domingo se iría sin decir nada
porque necesita echarme de menos,
y que la última cerveza de la semana
se toma solo.
Sueño con sabanas sin sangrar,
en ser un delincuente con estilo,
en volar más alto de lo que nadie ha
volado,
en beber más de lo que he bebido,
en perderte menos veces de las que me
has tenido,
con acantilados repletos de cigarros,
en bares con cerveza en oferta.
Quiero jugar con la piedra con la que
caigo una y otra vez,
beberme las lagrimas aunque sean pocas,
creer que entre tanta mierda, algo
bueno saldrá,
quiero creer que la vida me abraza
cuando estoy a oscuras,
y yo a ella le pongo mi mejor sonrisa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)