sábado, 14 de octubre de 2017

14/10/2017

Te verbo.
Porque los siento todos contigo.
Porque me sobra el resto.
Porque me bastas tú.


Voy a intentar que no sea un vomito de reproches, aunque lo sea.
Vuelvo a describir una y otra vez la misma escena, 
mancho teclas y a veces hablo de heridas abiertas,
otras de las veces que te vi caer y me reí.

Tú venías con más fuerza que el suelo que me sostiene,
y me inventé sueños que ni yo mismo entiendo,
y aposté mis ideas con el nombre de otra.

Voy a cerrar los ojos con el amanecer, y el whisky,
voy a tachar ese "lo conseguimos", por respeto a la gente que de verdad se quiere,
y saldré a la calle a gritar que todo está lleno de poesía,
iré con libreta en mano a pedirte explicaciones.

Es bueno decirlo, no eramos tan fuertes,
seguíamos jodidos y con la mierda al cuello,
y yo fui llenándolo todo de distancia con la osadía de quien no ve quiere ver la muerte.

Quién podrá ocultar el himno que hay detrás de cada borrachera,
de cada uno contra uno a la poesía,
y el no reconocer el pánico hasta que termine la resaca.

Los perros siguen sin ladrar,
un niño se cae de boca,
una madre llora,
la Alhambra se cae a pedazos,
se incendia todo un campo de flores,
se cierran los bares,
se apaga el cigarro,
nadie se corre,


y me vuelves a decir que no.



El último abrazo me supo a mierda, me debes otro.

miércoles, 11 de octubre de 2017

11/10/2017

Tu necesitas a alguien que te lea a Bukowski,
que te acompañe en todos los bares. 
Joder.

Tú.


Ojalá consigas todas tus metas.

Te quiero, y nunca dejaré de hacerlo.