Creo que a los cordones de tus zapatos,
todavía se les puede dar otra vuelta,
tres cartas sobre la mesa,
porno a las cuatro de la mañana.
Sabes, siempre me ha recordado a ti,
orgasmos fingidos en la pantalla de mi
ordenador,
y un te quiero al odio, justo antes de
correrte,
siempre me he preguntado quién eran
los actores
y quién era el jodido, o si te jodía
a ti, es decir,
en lo que a mi respecta ni puta idea.
Mis sueños acaban en ti y no veas lo
que jode no correrme en tu cara,
mientras el hachís se va consumiendo,
y yo te sigo sin ver preciosa,
supongo que es eso tú te vas y yo
empiezo mis estupideces.
Cambias el rojo por el amarillo en una
noche,
en la que te vuelvo a ver preciosa,
desnuda,
mis disculpas señorita voy a
masturbarme por tercera vez,
dicen que el amor es complicado, pero
lo más jodido
es no tener en quien masturbarme cada
noche,
y todas han sido para pasar el rato.
Me he topado con el amor varias veces en
mi vida,
pero nunca he tenido los huevos de
decirle a la cara,
las mil y una mierdas que me ha hecho en
mis diecinueve años de vida.
Te veo salir de tu casa.
Con ojos empapados de felicidad,
te miro el culo cuando me das la
espalda,
y a mi se me escapa esa sonrisa nada
más verte,
pienso el amor, es complicado, puede
pasar cualquier cosa,
pero siempre hay un motivo, una acción,
un gesto,
vuelves a sonreír y te ríes con la
esperanza,
de volver a tener motivos por los que
sonreír.
Creo en las futuras palabras, en las
que todavía no se han dicho,
y en las que todavía quedan por
demostrar,
así que hoy vida mía, cuando por fin
estás guapísima,
enseñando las garras, o las heridas
acércate por favor,
no dejes que mis sueños acaben en ti
sin corrernos.