Cuatro y media de la madrugada.
Sigo intentando acabar el jodido
problema de ecuaciones diferenciales,
enciendo la televisión y una vidente
le dice a una señora,
que no sufra que el amor lo encontrará
mañana al bajarse del autobús.
Pienso en ella, de nuevo, como cada
noche,
ella me decía que cada mañana
alegrara esa sonrisa,
capaz de enamorar a cualquiera,
sonríe, las sonrisas destrozan vidas.
Supongo que ella tenía razón, sonríe,
a pesar de todo,
háblale y dile: ¿Qué tal?, y qué sí
está libre el sábado,
se caballeroso, amable, estate atento a
ella,
sorprenderla cada día, y sobre todo
hazla reír.
Para qué quiero meterme en esa
historia,
no quiero saber nada de ella,
sólo quiero verla, conocerla y decirle
al oído:
"lo único que quiero es follar
contigo todo lo que me queda de vida".