viernes, 26 de abril de 2013


ÚLTIMA DERROTA

Me parece que ya está en camino,
pronto estará junto a ti,
con su dueña, con su única dueña.

Llevándose todo, dándote mi alma, y esperando...
Eso me pregunto yo ¿Esperando qué?
Otra patada en la boca, otro arpón en la cara,
con esa dulce sensación de no tener tripas.

Sabiendo que no conseguiré nada,
otra vez quedarme en ridículo,
muriendo por una idea, de la única,
que he estado seguro en años.

En la que hace poco menos de un año escribí...
"Espero darme cuenta de que lo que siempre estoy dudando"
A día de hoy estoy seguro de ello y llevo meses sin dudarlo.

Sabes esa prueba hace poco,
que la misma persona lo ha echo con otras,
no se si tú la habrás echo,
pero estoy seguro de que no tendrá nada que ver conmigo.

Triste, quizás , hace que mi sueño sea más imposible
pero a la vez que si lo consigo valga la pena.
Yo pienso que todavía, no tenemos ni la mitad escrita,
Pero sigue siendo otra manera de retorcerte de no mirar hacia adelante.

Que va nunca pienso eso, pienso que es la mejor forma de avanzar,
aunque para ello, tengo que renunciar a todo ahora.

No lo hagas, te lo voy a decir una y otra vez...
¿Tú nunca me quieres comprender verdad?


lunes, 22 de abril de 2013

Sabes a mí eso de vomitar sangre siempre me ha fascinado,
¿Cómo? , Te preguntarás , es mi forma de decir ¡ Basta ! .
Solo algún día podrás comprender lo que es la impotencia.
Saber que sueñas con lo mismo, 
qué lo que te deja o no de resbalar es reciproco,
me resulta desagradable que te hiciera gracia esa palabra "reciproco".

Siempre has soñado con cerrar la puerta,
pero siempre la abrías, me acostumbre a ello 
y ahora no hay quien me pueda decir no,
ni tan siquiera tú.

A veces pienso en lo mucho que he cambiado,
tal vez este nihilismo actual haga que reviente cien esquemas más.

Siempre soñé con que dieras el paso tú,
y aún día de hoy lo sigo esperando.

Tal vez esta noche pienses en lo mismo,
tal vez en un tiempo recuerdes días con sabor a naranja.

Pero lo único cierto, es que todavía sigo esperando,
qué llegues y me destroces de nuevo los esquemas.

Y aunque siempre nos hemos llevado bien,
querida cabeza tú nunca me has querido.