viernes, 7 de noviembre de 2014

69.

Sé que estás perdida y llena de orgullo,
en el fondo lo sé, porque bailas sobre
las mismas inseguridades que tenías cuando me conociste,
estrujas la vida y sonríes pero, tu sonrisa no ilumina a nadie
ni tan siquiera a ti misma, que se suponía que es lo de que trataba tu vida.

Grita mi nombre, maldíceme, y dí que soy lo peor que ha pasado por tu vida,
que, vida mía, mientras yo intentaba hacerte sonreír tú no parabas de gemir en otras camas,
así que agárrate de las púas del erizo que quiera escucharte,
apunta y dispara, quiero ser tu última bala, busca mi kyptonita, y ríete de ella,
no pares de buscarme donde te salga del coño, enseña las bragas y los dientes,
no dudes en contarme lo increíble que te va ahora la vida,
no dudes en contarme la maravillosa vida que te has montado en tu doble vida,
recórrete todos los cuartos de baño y tacha nuestra fecha, sé que para ti ha sido una derrota.

Ahora ríete de mis poemas, ríete de que no intente sonreír,
autoconvéncete de que siempre, joder siempre tenías razón,
pon cabeza y corazón en ocultar las heridas en esa fachada de maquillaje que te pones todas las mañanas.
Aquí todos somos muy fuertes a primera hora del día.
¿Verdad?

Borra cada uno de mis mensajes, cada una de las fotos que nos hicimos, sonriendo,
escucha, también los recuerdos, que no quiero formar parte de una mentira.

Por favor,no vuelvas a decirme que lo sientes, que no sabías lo que hacías,
que no fuiste tú, que fue el destino.
Pero, ten claro, vida mía, que lo que no voy a permitir,
es que tú, precisamente, tú acabes conmigo de esta forma,
que me luzcas sonriendo, porque yo no sonrío.


A todo esto, si quieres, como siempre has hecho, no hagas ni puto caso a todo lo anterior,
pero, sólo te pido un favor, nunca, never, jamais, numquan o nie, me da igual el idioma que entiendas,
digas que no sé vivir.