viernes, 17 de octubre de 2014

Autobuses

7:15 de la mañana,
todavía tengo los ojos pegados,
segunda parada y ya vas a despertar al león.

Cómo vuelvas a bostezar,
no voy a hacerme responsable de este poema,
vuelves a hacerlo, y ya quiero que tu novio se case con otra,
empiezo a soñar que guardas el móvil y me miras de frente,
se para el mundo y tú, sólo sueñas conmigo.

Quiero ser tu resaca,
que seas la flor más puta,
la golfa de Extremoduro,
ser tu desayuno cada mañana,
y que al fin te baje las bragas.

Enviarte cartas como hacían nuestros padres,
quedar a escondidas,
echarnos de más y menos,
pero echarnos sabiendo que volveremos,
escribirte poemas,
llevarte al cine,
empezar desde arriba y no mirar nunca hacia abajo,
correr bajo la lluvia, y corrernos juntitos,
y hacerme pajas pensando en ti.

Felicitarte cada día por tu cumpleaños,
y no hacerlo el día que toca,
que a mí eso de que quererte un día me sobra,
y me faltan los 364 días restantes.

Ver una peli en el sillón, acabar en el colchón,
inflarnos a palomitas y bebernos diez cervezas,
comernos la tarrina de helado de un litro,
e ir a por otra.

La vida en paralelo comienza si me miras a los ojos,
y hoy por lo pronto me has sonreído,
mañana,
ya veremos.