7:15 de la mañana,
todavía tengo los ojos pegados,
segunda parada y ya vas a despertar al
león.
Cómo vuelvas a bostezar,
no voy a hacerme responsable de este
poema,
vuelves a hacerlo, y ya quiero que tu
novio se case con otra,
empiezo a soñar que guardas el móvil
y me miras de frente,
se para el mundo y tú, sólo sueñas
conmigo.
Quiero ser tu resaca,
que seas la flor más puta,
la golfa de Extremoduro,
ser tu desayuno cada mañana,
y que al fin te baje las bragas.
Enviarte cartas como hacían nuestros
padres,
quedar a escondidas,
echarnos de más y menos,
pero echarnos sabiendo que volveremos,
escribirte poemas,
llevarte al cine,
empezar desde arriba y no mirar nunca
hacia abajo,
correr bajo la lluvia, y corrernos
juntitos,
y hacerme pajas pensando en ti.
Felicitarte cada día por tu
cumpleaños,
y no hacerlo el día que toca,
que a mí eso de que quererte un día me
sobra,
y me faltan los 364 días restantes.
Ver una peli en el sillón, acabar en
el colchón,
inflarnos a palomitas y bebernos diez
cervezas,
comernos la tarrina de helado de un
litro,
e ir a por otra.
La vida en paralelo comienza si me
miras a los ojos,
y hoy por lo pronto me has sonreído,
mañana,
ya veremos.