miércoles, 23 de julio de 2014

Nada sabe a nada, y nada es todo.

Diría que estoy jodido, es lo más fácil,
pero con este desorden que parece tan tuyo,
no sé sí era un baile de (entre)piernas,
y qué coño hacía bailando en vez de bajarte las bragas.

Ya sé que nunca seré el que te follarías en cualquier rincón,
aquel, con el que gastarías tus domingos,
siempre quise ser el que odias,
ese en el que te masturbas cuando estás hasta el culo,
en el que piensas cuando te corres con otro,
el que se sentiría como un capullo, al ver tanta rosa junta,
ese chico que te hace dudar de todo, pero que soy lo único que tienes claro.

El chico, del que presumirías delante de tus amigas,
aquel que mandas un mensaje a las 6 de la mañana,
porqué estas harta de todos excepto de mí.

Y así voy, que no sé si es por eso de que tus caderas,
el cansancio, o que vuelvo a estar hasta el culo,
que me vuelvo a hacer otro, pidiendo cartón y tabaco,
igual que si volviera a pedir otra oportunidad en la vida,
sonriendo.

Que cuando estás tan roto por dentro,
lo único que buscas es un sitio donde ponga:
aquí es mi nueva vida contigo.

No es que me importe estar en un tiempo donde nada sabe a nada,
y nada lo es todo,
que todos hemos visitado ese hospital, donde esperamos que nos curen
con saliva, éxtasis y orgasmos,
para finalmente sonreír que lo único que parece que hago bien en la vida.

Que me dejes vida mía, pero sobretodo no me dejes,
que no te quiero, pero quiéreme,
déjame ser tu escudo, aunque las flechas que lanzo sean para ti,
déjame hacerlo bien, para no contártelo.
déjame hacerlo mal, para contártelo,
déjame odiarte, para no olvidarte.

Vivir en el caos tiene sus ventajas,
por eso de que lo destruyes todo,
e incluso te parece divertido,
y corres en dirección contraria,
a eso que suelen llamar felicidad.

Cómo si las sonrisas las regalaran en cualquier pub de mierda,
y claro cada vez más gente obsesionado con las sonrisas,
con querer enamorarse de ellas,
y eso que te venden,
que si sonríes alguien se enamora de ti.

Hasta que un día comprendes que detrás de una sonrisa,
se esconde una ruleta rusa,
y que a mí
preciosa,
me ha tocado,
ser la última bala.


No hay comentarios:

Publicar un comentario