El problema es...
Quise acercarme a ti de la forma más
asquerosa,
demostré mil y una vez mis putos
errores,
incluso cuando ya eramos completamente
desconocidos.
Empece a tener miedo al final feliz,
a dejar de frecuentar tú sonrisa que
decía:
-Hasta el chocolate sabe amargo si es
contigo.
Un cierto olor en el ambiente me decía:
-De un hilo depende todo.
Tú sabrás si quieres continuar esto,
pero a partir de hoy te lo voy a poner
cada día más difícil.
¡Vaya si lo hizo!
Se alejo tanto que ya no hay forma de
encontrarla.
¿Quieres que siga cortando lazos cada día, rompiendo los pedazos uno a uno?
Inténtalo, si puedes...
¿A qué viene esa risa?
Tú y yo vivimos en el mismo cuerpo.
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